La Joya de la Corona
Enclavada en una hermosa zona de la meseta conocida como San Cristóbal y que forma parte de las montañas del norte de Chiapas, se encuentra San Cristóbal de las Casas. Más de 400 años debieron transcurrir para que aquel antiguo asentamiento cambiara su nombre por el de San Cristóbal de las Casas, en honor de fray Bartolomé de las Casas por su extraordinaria labor en defensa de los indígenas.
Hoy día la ciudad de San Cristóbal de las Casas es una de las más bellas y originales de la región de los Altos de Chiapas, aspecto al que hay que agregar la evocadora imagen colonial que ha conservado al paso de los siglos.
San Cristóbal de las Casas cuenta con una presencia étnica y una rica tradición colonial que lo mantienen como uno de los destinos favoritos del turismo extranjero. Su edificación siguió un proceso similar al de otras ciudades coloniales que se crearon en el territorio novohispano. En primer término se trazó la plaza principal, a cuyo entorno se designaron los lugares que ocuparían las construcciones más importantes.
Alrededor de su plaza principal se encuentran joyas arquitectónicas como la Catedral que ostenta una fachada barroca; el Palacio Municipal de estilo neoclásico; los portales; la iglesia de San Nicolás, cuyo estilo representa la arquitectura religiosa colonial de Chiapas; y la Casa de la Sirena, con una fachada de inspiración plateresca del siglo XVI. Los barrios conservan su identidad expresada en oficios y fiestas y son parte de una cultura viva que también se manifiesta en textiles, orfebrería, juguetes populares y joyería.
En detalle
Este poblado colonial, forma parte de los Pueblos Mágicos de México, su belleza arquitectónica y sorprendente conservación, ha valido para enamorar a más de uno con su Centro Histórico y sus casas con enormes patios que deleitan la vista desde el exterior, cuando te encuentras con sus balcones floridos que se riegan cada mañana, regalándote instantáneas que podrías inmortalizar en postales fotográficas e incluso en una pintura.
Sus fiestas populares, ceremonias y procesiones, forman parte de la historia de San Cristóbal de las Casas, cuyos orígenes se remontan a los inicios del año 1500, pero conservan un pasado más longevo, con voces que protegen celosamente la lengua tzetzal, etnia que desciende de los antiguos mayas y ha sobrevivido por generaciones enteras.