Para probar mezcal, no hay mejor lugar que venir a Oaxaca; y aunque tradicionalmente desde hace cientos de años los oaxaqueños hemos hecho del mezcal una bebida imprescindible en nuestras vidas, el degustar esta bebida artesanal ha tenido un «boom» en la actualidad.
En los ultimos años, han abierto una gran diversidad de mezcalerías, todas sin duda alguna dando a conocer la cultura del mezcal, por medio de degustaciones y ventas de botellas del destilado, pero ofreciendo cada una de ellas un concepto, ambientación y decoración para todos los gustos y bolsillos.
Las mezcalerías de Oaxaca son muestra y resultado de esa diversidad; es por eso que vale la pena tomarse el tiempo, ya sea en uno o varios viajes, para visitarlas todas. Sólo así es posible conocer los apasionados -aunque distintos- puntos de vista que, en conjunto, contribuyen a la construcción de una cultura mezcalera, y ponen al alcance de la mano la información necesaria para encontrar ese mezcal especial que uno está buscando. Recorrer cada mezcalería es darse la oportunidad de encontrarse de frente con los diferentes rostros de esta creciente cultura. Los mezcales que se ofrecen en cada una de ellas provienen de distintas regiones del Estado y del país, y a través de catas, degustaciones, maridajes, pláticas o simplemente sesiones de mezcal con los amigos, se puede recorrer la infinidad de matices en el sabor y el aroma del apreciado destilado.